Entender los ejercicios de preparación :
La práctica de las Artes Marciales, como cualquier práctica física o deportiva, necesita una preparación para prevenir heridas corporales. Pero al ser Budo, la dimensión espiritual también está presente en la preparación. Así, no sólo consiste en ejercicios de preparación física, sino también en purificación del espíritu ( ejercicios procedentes de la tradición sintoísta que influyeron sobre O Sensei).
Mitama Shizume (expiration "forcée")
Este ejercicio tiene por objeto reunificar cuerpo y espíritu antes de la práctica. Nos desconectamos del mundo exterior para iniciar una unificación necesaria a la práctica. Apartamos las preocupaciones expirando y nos llenamos de sí mismo inspirando. Mitama Shizume tiene el sentido de : « la espalda va cargada con el pasado eterno, el vientre va cargado con el futuro. Al mantenerme de pie, desarrollo mi propia conciencia, la confirmación de mi propia identidad para cumplir mi destino ».
Para practicar este ejercicio, nos ponemos de pie ( hoy día, Maestro Tamura lo practica en seiza, pero el objetivo sigue siendo el mismo), con los pies separados por medio paso cada uno, los brazos juntos al cuerpo derecho, la columna vertebral recta, la barbilla recta y hacia dentro. Después, expiramos bajándonos lo más recto posible para vaciar los pulmones poco a poco, pero sobre todo el tanden ( a unos 4 cm debajo del ombligo). Las manos se cierran en este movimiento con el pulgar dentro de la mano ( cerramos el puño), pero sin fuerza para no bloquear el ki (la energía).
El peso del cuerpo se traslada sobre la parte delantera del pie, y contractamos el perineo. A continuación, nos alzamos inspirando para volver a tomar la posición derecha inicial. Repetimos el movimiento cuatro veces seguidas. Observación : cuando es difícil concentrarnos, podemos utilizar el « sonido », pronunciando sucesivamente I al expirar,KU al inspirar, MU al expirar, SU al inspirar, BI al expirar. Favorece la calma interior.
Torifune
Sería como un remero de pie. Este movimiento simboliza el que practican las almas de los difuntos para poder cruzar el río sagrado. En aikido, sirve para educar el ki y hacer que circule por todo el cuerpo. Estamos de pie, con la misma postura de antes (véase ejercicio anterior). Miramos hacia la izquierda avanzando el pie izquierdo. Los brazos se abren como para remar (puños cerrados), pero el movimiento se inicia a partir de las caderas. Pronunciamos « EI » en voz alta al inclinarnos hacia adelante, y el kiai « HO » cuando nos enderezamos para volver a la postura inicial.
Repetimos el ejercicio unas diez veces, y a continuación, hacemos vibraciones (véase Furitama).
Después, pasamos al lado derecho acelerando los movimientos de ida y vuelta y soltando el kiai « Essa, Essa ». Repetimos las vibraciones antes de practicar aun más rápidamente con el kiai « Eh, Eh » con el pie inicial (izquierdo).
Furitama
Este ejercicio de vibración es un ejercicio purificador sintoísta que practicaban debajo de las cascadas de agua (como las que hay en Iwama). Se habla de misogi externo.Permanecemos de pie,los pies separados equidistantes de la anchura de los hombros. Juntamos las manos (la derecha por encima de la izquierda).
En el hueco formado por las manos, hay que imaginar una bola de energía que va creciendo durante el ejercicio. Sacudimos las manos que se hallan al nivel del hara para que pueda vibrar todo el cuerpo. (De los pies a la cabeza, pasando por la columna vertebral).
Practicamos el ejercicio concentrándonos en el « tercer ojo » (es decir, entre las cejas), alternando con Torifune.
Lo repetimos tres veces. Observación : se suele repetir las palabras sagradas que invocaban la divinidad de la cascada : « Harae-do-no-Okami »
Otakebi
Otekabi consiste en soltar el kiai « HEI », con las manos hacia la frente y los dedos enlazados, palma y dedos hacia abajo, apretando y bajando las manos con fuerza. El objetivo del ejercicio es conseguir una forma de autosugestión que provoque la unión repentina de todas las energías.